Mirada que sinceramente amenaza,
ojos señuelos, poseyendo duelo, enganchan como anzuelos.
Sonrisa que suavemente secuestra,
labios tiernos, empuñan gatillos, sostienen corazones como a punta de cañones.
Palpa que amorosamente mata,
manos ingeniosas, destruyendo normas, crean maravillas como maquiladoras.
Esencia que agresivamente soborna,
piel seductora, impregnada en miel, naturalmente uno coge su dulzura.
Alma que enormemente supera su estatura baja,
metro y medio nunca a dado tanto miedo.